En el proceso de búsqueda de empleo, una de las
múltiples claves que debemos tener presente es la gestión de nuestro tiempo.
Este es uno de los aspectos que más se debe cuidar cuando se está sin trabajo.
A menudo, al estar desempleados, pasamos más horas durmiendo,
tendemos a dispersarnos más y dejamos algunas cosas para otro momento. El
excesivo tiempo libre del que disponemos junto con la falta de trabajo, en
ocasiones provoca la aparición de problemas psicológicos, el incremento de
horas de descanso o sueño, la sensación de agobio por no encontrar un empleo,
etc.
Al iniciar el día, todos partimos con el mismo
capital: veinticuatro horas. Sin embargo a las pocas horas, ya existen
individuos ricos y pobres en lo que a la administración del tiempo se refiere.
Los desempleados ricos de tiempo son personas que ajustan sus responsabilidades
al tiempo del que disponen, ya que no tener trabajo, no implica dejar de tener
responsabilidades. Dedican tiempo a la búsqueda activa, al estudio, la
formación, al deporte, a la familia, a ellos mismos.
Los desempleados pobres de tiempo son personas que
tienden a desperdiciar y convertir una buena parte del tiempo en pereza,
dejadez, frustración, agobios y malhumor. Su reloj biológico parece
desajustado, lo cual influye en su salud, su vida laboral, familiar, social y
el modo de plantear su ocio.
Para gestionar correctamente nuestro tiempo cuando
estamos buscando trabajo, es conveniente, crear e imponerse una disciplina
horaria, que se convierta en hábito. Así mismo es contraproducente obsesionarse
con la búsqueda de empleo y dedicarle más tiempo de aquel que nos permite
buscar con eficacia y tranquilidad. Para llevar a cabo una mejor gestión de
nuestro tiempo es aconsejable contar siempre que nos sea posible con una
herramienta muy útil para gestionar nuestro tiempo mientras buscamos empleo, la agenda. Hoy en día,
esta existe en distintos formatos: telefónico, en ordenador o en papel.
La agenda nos permite optimizar la gestión de nuestro
tiempo:
- Organizando los pasos que llevamos a cabo en lo referente a la búsqueda de empleo: estableciendo nuestras metas, objetivos.
- Estructurando como vamos a realizar nuestros objetivos, de qué manera, en que plazos, etc.
- Anotando los pasos que damos cada día en la búsqueda de empleo: curriculums que enviamos, entrevistas realizadas, resultados obtenidos.
- Incluyendo las próximas citas que tenemos relativas al empleo.
- Señalando el tiempo que le dedicamos a la búsqueda de empleo.
- Recordando fechas, nombres o contactos importantes en lo relativo al empleo.
Cuando la autoconfianza se derrumba, por
acontecimientos duros, quizá lo único que
se puede hacer es aprender del momento, fortalecernos con ello y no
dejar de creer en nuestras capacidades. Un ejemplo de autoconfianza en sus
posibilidades es Thomas Alba Edison quien intento 999 veces crear una bombilla
y lo logro en el intento 1000. El declaro: No fallé 1000 veces, la bombilla fue
una invención con 1000 pasos.