miércoles, 2 de mayo de 2012

CÓMO CONVERTIRSE EN LA OPCIÓN PREFERENTE: MARCA PERSONAL


La huella que dejamos en los demás es la carta de presentación que transmite nuestros valores, creencias, habilidades y competencias.

El concepto de marca personal se hace más necesario en la actualidad, porque las relaciones interpersonales son cada vez más anónimas. Cuando los seres humanos disfrutan de los mismos atributos (como la formación, la experiencia, las aspiraciones son similares) las personas tienden a ser vistas como números iguales por lo que para la promoción individual de cada persona, ésta debe diferenciarse y mostrarse de modo distinto, único e irrepetible. 

La marca personal es la idea clara que viene a la mente cuando alguien piensa en otra persona. Es lo que ésta representa para los demás: los valores, habilidades, cualidades o competencias. En el plano personal y en el profesional, todos queremos que esa imagen sea buena y positiva. Esa huella es algo que se va construyendo día a día. Cada cosa que hacemos, cada momento que alguien nos percibe, desde responder un correo electrónico hasta participar en una reunión, va sumando o restando credibilidad. Es imposible no dejar huella.

Nuestra vida laboral conforma buena parte de esa marca. Cómo seamos en el trabajo, es decir, la profesionalidad, tiene mucho protagonismo en la creación de nuestro sello y en cómo somos percibidos por los demás en el plano del mercado de trabajo.
Pero también hay que tener en cuenta que el exceso de formalidad, y la separación de la vida profesional de la personal son cosa del pasado. Lo que la gente quiere saber para trabajar contigo es quien eres realmente, y cuales son tus historias.

La Marca personal (en inglés Personal Branding) es un concepto de desarrollo personal consistente en considerarse uno mismo como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. El concepto surge como una técnica para la búsqueda de trabajo sea por primera vez o sea como cambio de carrera o profesión. Si bien todavía es necesario, el curriculum vitae ya no es suficiente.

Desarrollar una marca personal no es solamente obtener visibilidad y mostrar solidez profesional, implica conocerse mejor a uno mismo, plantearse metas y objetivos, comprometerse con la mejora continua, desarrollar la propia identidad y mostrar desde ahí una ventaja competitiva.

El concepto de marca personal no trata de convertir a las personas en objetos materiales, antes al contrario, trata de que la persona no sea catalogada como un currículo vital desapercibido, igual a otros, sino que la persona sea vista como diferente y capaz de aportar su valor único e irrepetible.

La creación de una marca, ya sea para una persona o para un producto, tiene dos etapas. La primera es de análisis de uno mismo, de sus creencias, valores, fortalezas y habilidades, y la segunda es de comunicación de esa marca, de establecimiento de relaciones. Y todo tiene que hacerse buscando la autenticidad, no el maquillaje o las falsas apariencias.

Las herramientas de internet resultan básicas para crear y transmitir la marca personal. Conviene tener tarjeta de visita también en formato electrónico, y empaquetar en la red el currículum vitae clásico según nuevos modos que enseñen lo que el profesional sabe hacer, con minivídeos, gráficos y enlaces. Llevar un blog temático ayuda (los motores de búsqueda los privilegian), así como tener perfiles en LinkedIn y Facebook, y no descuidar los mensajes de Twitter.

No hay que subestimar el concepto clásico de imagen, entendido en modo presencial. Las primeras impresiones sobre alguien, e incluso las siguientes, se forman largamente a través de pistas visuales: vestuario, maneras, lenguaje corporal y tono de voz, así que tener una buena imagen personal es básico para proyectar los valores de la marca personal, igual que el envase es fundamental en la marca de un producto. Cuanto ayude a bien posicionarse es bienvenido.

Vivimos en una época en que los atributos técnicos, si bien siguen siendo importantes, ya no son suficientes para diferenciarnos. Probablemente hayan, sólo en tu ciudad, miles de profesionales (dentistas, abogados, contadores, etc.) técnicamente capacitados para hacer su trabajo bien.

Es útil confeccionar una lista de tres a cinco adjetivos que te definan. ¿Qué palabras quisieras que vengan automáticamente a la mente de todos aquellos que escuchan tu nombre? Piensa en adjetivos con connotaciones positivas y que establezcan una diferencia importante.

Un proceso de branding personal bien ejecutado hará que las oportunidades correctas vengan a nosotros en lugar de nosotros tener que perseguirlas. Implica actuar con una visión a largo plazo. No podemos reinventarnos todos los días. Cada una de nuestras acciones contribuye a que acumulemos o perdamos nuestro valor de marca, y sus consecuencias se dejarán sentir por mucho tiempo.

Una de las primeras preguntas que surge cuando uno resalta la importancia de crear nuestra marca personal y participar activamente en las redes sociales es: ¿Para qué? ¿A quién le importa mi opinión, lo que me gusta, o lo que estoy haciendo?
Pues, a todos

¿Qué tiene más peso: lo que tú digas de tí mismo, o lo que otros digan de ti?













No hay comentarios:

Publicar un comentario