lunes, 29 de agosto de 2011

El impacto de la formación en el puesto de trabajo

En los últimos años se han ido produciendo cambios importantes que han exigido actualizar permanentemente la información de todo lo que sucede a nuestro alrededor, tanto a nivel personal, como social y profesional. Estos cambios, se han manifestado en el mercado de trabajo español en la pérdida de estabilidad de empleo. Consecuencia de ello, una de las contraprestaciones que deriva de la formación es la flexiseguridad. De manera que a través de la aquella, se busca mejorar la estabilidad laboral consiguiendo una polivalencia funcional dentro de la empresa.
Por otro lado, las empresas están comenzando a darse cuenta de la importancia de “saber qué es lo que saben” y de hacer el mejor uso de este conocimiento. Éste está siendo reconocido como el más importante activo de la empresa, y por lo tanto se están haciendo esfuerzos para definir cómo adquirirlo, representarlo, retenerlo y administrarlo.

Ante este panorama, el trabajador debe tener capacidad de adaptación, innovación y aprendizaje que le permita adquirir nuevos conocimientos y conseguir la estabilidad deseada. Hay que tener en cuenta que la adquisición de conocimientos no finaliza con el sistema de educación formal sino que continúa a lo largo de todo el ciclo vital y comprende mucho más que los meros conocimientos técnicos. Pero, ¿qué espera obtener un trabajador de su inversión en formación?, podríamos obtener una infinidad de respuestas individuales de acuerdo a la particular visión y expectativas de cada trabajador. Sin duda es un medio de superación personal que le va a servir al trabajador para el desarrollo de nuevas competencias profesionales. Todos los trabajadores han realizado una inversión previa en educación, pero para la gran mayoría de los empleos exigen competencias que se adquiere en el trabajo en pocas semanas y que requieren la capacidad de aprender con la práctica. Entonces, ¿qué aporta la formación al trabajador? Muchas veces está directamente relacionada con la permanencia en el puesto de trabajo, superando las nuevas exigencias derivadas de los cambios, y otras en la posibilidad de promocionar y aumentar ingresos, mejorando la situación económica, social y profesional.

Para la empresa el plan de formación de sus trabajadores puede ser concebido como un instrumento para alcanzar los objetivos de la organización y realizar procesos de cambio y transformación. Incluso puede constituirse como un objetivo estratégico y ser parte de lo que la empresa es y lo que quiere ser. Es una inversión necesaria para conseguir ser competitiva dentro del mercado, consolidándose ante sus competidores. Para ello es preciso que el trabajador adquiera y renueve competencias para la mejora del desempeño en su puesto de trabajo y de su rendimiento laboral. La empresa suele invertir en formación específica (conocimiento de sistemas informáticos propios, sistemas de organización y métodos de la empresa, sistemas y tecnologías de producción o diseño, etc.), para que esta inversión en formación repercuta directamente en ella, adaptándola de forma individualizada a cada caso.

Podemos concluir diciendo que el impacto de la formación, hace referencia a los efectos que la formación continua produce tanto a nivel individual como a toda la organización. Dichos efectos pueden ser tanto cualitativos, no traducibles en términos económicos, como cuantitativos y que pueden ser expresados en valor económico.

¿Qué te ha aportado a ti la formación en tu trayectoria profesional?
¿La consideras necesaria?

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